domingo, 26 de junio de 2011



Congreso Tecnológico 


CREA 2011: 



"No corramos tras el correcaminos",


"disfrutemos la tecnología”


(Comunicado Nº 13).‏


Ariel Torres.


A partir de un planteo surgido en una charla distendida durante la peña del jueves, Ariel Torres, editor y columnista de la sección Tecnología del diario La Nación, trazó una analogía entre la tecnología y la serie infantil del Correcaminos. 
Lo hizo en el marco de su disertación “La tecnología como oportunidad” en la jornada de cierre del Congreso Tecnológico CREA 2011 que se desarrolló en Córdoba. 
E invitó a dejar de correr detrás de la tecnología, cual el coyote persiguiendo al correcaminos, para poder disfrutar finalmente, y de ese modo, de una vez por todas de la tecnología.
A lo largo de la charla Torres recordó que ningún ciudadano del mundo podía imaginar en los albores de los años 70 los cambios que vertiginosamente hoy se suceden en el orbe. 
“Sentimos cotidianamente que estos cambios son magia. 
Pero no lo es. 
Simplemente es velocidad con poder de cómputos. 
El microchip sólo hace cuentas. 
Hace otras cosas que no nos va a cambiar la vida. 
Eventualmente, puede evaluar una proposición lógica pero la máquina no es muy inteligente”, destacó.
Según el periodista, el aspecto que nadie tiene en cuenta fue que la tecnología se había olvidado del hombre. 
“¿Qué teníamos hasta 1970? 
El televisor, una cámara de fotos, electrodomésticos. 
En casa, la única tecnología para redactar era la máquina de escribir, patentada en 1867. 
Y el primer piano fue fabricado en 1774. 
Evidentemente, el reloj del hombre común atrasaba un siglo”, disparó.
Torres aseguró que el mayor inconveniente que atraviesa el hombre es la vorágine que plantea la tecnología actual. 
Y se interrogó sobre los motivos por el cual el coyote jamás podrá atrapar al correcaminos. 
“El correcaminos es torpe, tonto. 
Sólo avanza a gran velocidad. 
Mientras tanto, el coyote es creativo, inventivo, invierte fortunas, pero fracasa. 
Comete el grave error de plantearse como objetivo alcanzarlo para devorarlo. 
Y así jamás logrará su cometido. 
Lo mismo nos sucede a todos nosotros, corriendo detrás de la tecnología”, planteó.
Enseguida, el especialista volvió a recordar que en los últimos 40 años se observaron en el mundo más cambios que en toda la historia de la humanidad. 
Y que el problema actual es que el hombre no entiende qué es la velocidad, “el cambio de paradigma más revolucionario desde que el surgimiento de la imprenta permitió difundir las vacunas que paliaron enfermedades, generando las artes, la democracia y hasta la revolución industrial”.
“El mundo se sorprendió cuando una computadora le ganó a Garry Kasparov. 
No midieron que la máquina tenía la capacidad de estudiar 10.500 jugadas por segundo”, notó. 
“Y cada vez más, esa tecnología reduce sus costos. 
En nuestras infancias, comunicarse implicaba el uso del teléfono. Hoy podemos hacerlo por celular, redes sociales, computadoras. Y una vez más, concluimos que todo pasa por un chip”, añadió.
Ante este panorama, Torres recordó que el valor sigue estando en el hombre. 
“La única forma que la tecnología y la computación tenga sentido es que del otro lado haya inteligencia. 
Las claves es sencilla: mantenerse informado”, evaluó.
El editor de La Nación resaltó que ese mantenerse informado es la gran oportunidad que otorga la tecnología. 
Para ello, invitó a reflexionar en que la revolución de la información cambió en un puñado de años lo que no hizo la agricultura en 10 mil años de trabajo. 
Pero se debe elegir bien, Y aunque se cometan errores en la elección, no desesperarse por ello.
“La sensación es que un correcaminos siempre se nos escapa. Todos nosotros somos como una suerte de coyote, que compramos todos los artilugios para tratar de alcanzar al correcaminos. 
Y nunca lo logramos. 
¿Cuántas veces invertimos fortunas en nuestras empresas o campos, sin necesidad, sin saber si realmente nos sirve, simplemente apostando por lo nuevo?”, se plantéo.
“Por eso el truco es poder elegir y determinar qué es importante para mi empresa. 
Hoy la tecnología, en términos relativos, es barata comparada con los valores que se manejaban hace 40 años. 
La primera computadora costó 4,5 millones de dólares. 
Hoy se consiguen netbooks mucho más veloces a precios infinitamente menores. Jamás en la historia hubo un proceso similar al de la computación con una reducción de tiempos y de costos. 
Jamás nada redujo 40 mil millones de veces su precio en toda la historia de la humanidad. 
Y lo hizo en apenas 50 años, a una velocidad imposible de describir”, detalló.
“Frente a éste vértigo, al hombre sólo le queda la prudencia, el pensar, el sentir, y tomar decisiones. 
La peor alternativa es correr detrás de ese vértigo, sin objetivo real alguno. 
Por eso la información, el mantenerse informado es vital, porque el conocimiento es poder. 
El hombre tiene tiempo para esperar que surja algo que realmente les sea útil”, reveló.
Para graficar su postura, Torres llamó a observar a los chicos y acoplarse a su pragmatismo. 
“Cuando un adulto compra una cámara de fotos, lo primero que hace es buscar el manual instructivo. 
En ese tiempo, los chicos la miraron, la conocieron y se pusieron a tomar fotos. 
La tecnología le es útil, y no pierde tiempo, la aprovechan”, clamó.
Finalmente, dejó una anécdota válida para todo emprendedor, de modo tal que puedan dejar de correr y disfrutar el “hermoso paisaje tecnológico que estamos atravesando”. 
Contó que el creador de una importante firma durmió plácidamente durante siete años, pese a cargar con la mochila de una deuda de 70 millones de dólares. 
Y cuando le preguntó como hacía para descansar, la respuesta fue breve y contundente: `Estoy seguro de que voy por el camino correcto´. 
Por eso, no teman a equivocarse, pero tampoco vendan todo el campo si no funciona un proyecto. 
La próxima vez será. 
Apuesten a la tecnología, pero no corran tras ella. 
Piensen qué le pasaría al coyote el día que alcance al correcaminos y después de devorarlo descubra que no tiene gusto a nada”, concluyó.

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