Congreso Tecnológico CREA 2011:
“La avanzada tecnológica que viene en
camino"
(Comunicado Nº 9)
Federico Trucco
Santiago Norris
Frank Brentrup
Julio Deluchi
Así lo indicó Federico Trucco, gerente General del Instituto de Agrobiotecnología Rosario (Indear), durante una presentación realizada en el Congreso Tecnológico CREA que se está realizando en la ciudad de Córdoba.
“Estamos mejorando los pisos de rindes, no tanto los techos; por supuesto, el estrés abiótico tiene un punto de quiebre, porque no se puede producir sin agua”, añadió.
“También existen algunos eventos que permiten mayores eficiencias en el uso de nutrientes; en China se están testeando esos materiales, los cuales van a permitir generar valor a través del cobro de créditos de carbono”, comentó Trucco.
El negocio de agroquímicos en el mundo representa unos 40.000 millones de dólares, mientras que el negocio de tratamiento de semillas mueve apenas 1500 millones de dólares.
“El costo de introducir una nueva molécula química en el mercado puede representar un costo de unos 220 a 230 millones de dólares y plazos de 10 a 12 años; esto implica que todo nuevo desarrollo, además de ser lento, debe tener un mercado global. Por este motivo son pocas las nuevas moléculas que llegan al mercado”, dijo Santiago Norris, quien hasta 2010 se desempeñó como presidente de Nitragin Argentina S.A. y actualmente es director de Novozymes (compañía que recientemente adquirió el 100% de Nitragin a nivel mundial).
“Los productos biológicos son complementarios de los fertilizantes.
En los últimos años han comenzado a despertar un mayor interés de las empresas de agroquímicos y de fertilizantes”, apuntó Norris, quien además es productor agropecuario y miembro del CREA Henderson Daireaux.
“Esperamos un fuerte crecimiento del tratamiento industrial de las semillas versus la aplicación a campo: eso va a representar un paso muy importante para nuestra industria.
Los fungicidas e insecticidas no van a ser reemplazados, pero con esto van a emplearse de una manera más eficiente y, en definitiva, más sustentable”, explicó.
Por su parte, Julio Eduardo Delucchi, gerente de Desarrollo y Registro de Agroquímicos de Sinochem Argentina, dijo que los problemas de resistencia de enfermedades o de insectos van a tender a incrementarse por la dificultad existente para introducir nuevas moléculas al mercado de manera rápida.
“Por ese motivo es importante tomar conciencia de la importancia del manejo correcto de los agroquímicos de uso actual”, apuntó Delucchi, quien desde 2006 forma parte de la Comisión Nacional para la Prevención de Resistencias (Conapre).
“Un manejo correcto implica buenas prácticas agrícolas en su conjunto, con el respeto de las recomendaciones técnicas en lo relativo a operación de aplicación, dosis, momento de aplicación y frecuencia de uso”, apuntó.
En tanto, Frank Brentrup, responsable de la investigación ambiental en el Centro de Investigación Hanninghof de Yara Internacional, señaló que la determinación de la huella de carbono de los fertilizantes –desde la elaboración de los mismos hasta su logística y aplicación– es un tema que en estos momentos está siendo evaluado por las principales compañías globales de nutrientes agrícolas.
Si bien el nitrógeno tiene un impacto significativo en la emisión de gases de efecto invernadero, Brentrup explicó que la reducción de las aplicaciones de ese fertilizante tendría un impacto sustancialmente mayor en términos de huella de carbono porque la consecuente caída de rindes agrícolas –generada por dicha reducción– obligaría habilitar nuevas tierras para uso agrícola.
“Tampoco es beneficiosa la aplicación de mayores cantidades de nitrógeno que las necesarias para obtener los rindes óptimos, dado que eso, al igual que la reducción, genera un impacto negativo en términos de la huella de carbono”, comentó Brentrup.
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