martes, 3 de enero de 2012

Una amenaza para animales y humanos.

Por Alfredo Seijo* y Jorge Bolpe**

Es una enfermedad parasitaria con alta prevalencia en los países andinos. 

En la Argentina se presenta en las provincias con explotación ganadera. 

Es endémica en más de 50 municipios bonaerenses, donde hubo más de 830 casos en los últimos diez años.

La hidatidosis es una enfermedad parasitaria presente en todo el mundo. En la Argentina se da en todas las áreas donde hay actividad ganadera, lo que significa que prácticamente se la encuentra en todo el país. En la provincia de Buenos Aires se destaca una extensa área endémica de más de 50 municipios al sur del Río Salado. Entre 2000 y 2010 se notificaron a la División de Zoonosis Rurales más de 830 casos humanos confirmados de la enfermedad, incluyendo ciclos periurbanos, con un alto costo de tratamiento (quirúrgico y medicamentoso) que, se estima, supera los 2 millones setecientos mil dólares. 
No obstante, si bien hay registro estadístico es una enfermedad que presenta un importante subregistro y que no es reconocida como un problema de magnitud para la salud pública.
Se caracteriza por la formación de quistes en distintos órganos, en especial en hígado, pulmones, riñones, bazo, huesos, sistema nervioso central, que pueden ser asintomáticos por varios meses, e incluso años. 
 La intervención médica resulta un eslabón fundamental para su cura: se estima que el 62% de los casos son quirúrgicos mientras que el 38% son tratados con medicamentos específicos por un tiempo prolongado.
La hidatidosis es una enfermedad que puede pasar inadvertida hasta que es diagnosticada de manera ocasional, al realizarse estudios por imágenes solicitados por otros motivos o al presentarse complicaciones propias de los quistes hidatídicos.
El parásito Echinococcus granulosus, una pequeña tenia, tiene como huésped definitivo al perro y afecta -desarrollando quistes- a varios huéspedes intermediarios herbívoros: ovejas, cabras, vacas, cerdos, caballos, llamas y alpacas. Uno de los aspectos esenciales en el mantenimiento de la endemia es el hábito de alimentar los perros con vísceras crudas de ovinos o cerdos infectados faenados a campo. 
Los perros contraen la infección cuando comen vísceras con quistes de animales infectados, en especial durante la faena. 
El parásito completa su ciclo en el intestino de los perros los que, al defecar, eliminan una gran cantidad de huevos que contaminan el ambiente. 
El ganado los ingiere al pastar o beber, y así se mantiene el ciclo de esta zoonosis.
El ser humano puede contraer la enfermedad al ingerir verduras o agua contaminada por huevos de tenia eliminada a través de las heces de los perros, o por contacto estrecho entre perros infectados y niños. 
Si bien los pacientes pueden cursar la infección en forma asintomática durante años, los quistes que contienen la larva del parásito Echinococcus granulosus crecen afectando los órganos, y pueden causar complicaciones que requieren tratamiento médico o quirúrgico.
Cómo enfrentarla.
En las áreas endémicas las acciones de control principalmente se orientan a: no alimentar los perros con vísceras crudas (pulmón, hígado, corazón, etc.) de animales faenados a campo, construir sectores de faena con pozo sanitario para la eliminación de vísceras, desparasitar periódicamente a los perros a fin de disminuir la biomasa parasitaria, lavar las verduras de hoja que se van a consumir crudas, evitar el contacto estrecho de los perros con los niños y realizar estudios ecográficos e inmunológicos para la detección y tratamiento precoz de los infectados con hidatidosis.
Además, existe una vacuna para ovinos y camélidos, basada en una proteína recombinante clonada a partir del material genético (ARN) extraído del parásito.
Al proteger a los animales que actúan como huéspedes de la enfermedad, la vacuna interrumpe el ciclo biológico del parásito y reduce la presencia de sus huevos en el medio ambiente, lo que reduce el riesgo de contagio en seres humanos.
Su investigación fue iniciada por científicos de Nueva Zelanda y Australia, a los que luego se sumaron expertos de la Argentina. 
La efectividad de la vacuna -que ya está disponible en nuestro país- fue comprobada en ensayos de campo multicéntricos, controlados y aleatorizados, que fueron realizados en Australia, Nueva Zelanda, China y la Argentina, y que demostraron que el esquema de dos dosis permite alcanzar una protección de entre el 82% y el 99%, y que la adición de una tercera dosis permite obtener una protección de hasta el 100%.* Servicio de Zoonosis del Hospital de Infecciosas 
“Dr. Francisco J. Muñiz”.
** División de Zoonosis Rurales – Ministerio de 
Salud de la Provincia de Buenos Aires.