martes, 17 de enero de 2012

Savia Comunicación para Pacheco Producciones.

Girasol.
La cosecha, a salvo de la sequía, 
y la sobreproducción mundial.
La cosecha de girasol avanza en Chaco y el Norte de Santa Fe con rindes relativamente bajos (16,3 qq/ha y 14,2% del total del país recolectado). Se espera una buena producción, ya que el cultivo no ha sufrido el período más dramático de la sequía, como la soja y el maíz. 
A pesar de que la sobreproducción de girasol en el Hemisferio Norte tiene consecuencias negativas sobre los precios, estas son menores a las esperables.Por el Lic. Jorge Ingaramo, asesor económico de la Asociación Argentina de Girasol (ASAGIR).
Para la Bolsa de Cereales, prácticamente se logró sembrar la totalidad de las hectáreas deseadas por los productores: 1,84 millones de hectáreas sobre la intención de 1,86. 
No enfrentó, al menos en la siembra, nuestro cultivo, los problemas de seca, que se agravaron entre noviembre y los primeros días de enero, afectando particularmente a maíz, soja y maní.
La cosecha en Chaco y Norte de Santa Fe se encuentra avanzada. 
En la primera, se ha recolectado el 83% de las 258.000 hectáreas sembradas, con un rinde más bajo que el del año pasado (apenas 16 qq/ha), lo que redunda en una producción de 342.400 toneladas.
Por su parte, en el Centro-Norte de Santa Fe, se recolectaron 47.000 hectáreas, un 28% del total, con un rinde de 18 qq/ha, apenas inferior al de la campaña pasada y una producción de 82.300 toneladas.
La suma de ambas regiones (únicas con cosecha) arroja, para el total del país, 14,2% recolectado, es decir 261.000 hectáreas, con 16,3 qq/ha de rinde y 424.700 toneladas.
Campaña estable. 
No hay demasiadas modificaciones en las estimaciones de producción y consumo, de los nueve principales aceites que estima el USDA. Tal vez en el caso del aceite de girasol, se den las variaciones más llamativas, producto de una re-estimación al alza de la producción mundial de grano. 
Así, la producción de nuestro aceite sube casi 5% con respecto a diciembre, mientras que el consumo lo hace al 3,6%. 
Las ventas externas aumentan 5,5% y los stocks finales crecen 24%.
Cabe consignar que, para el USDA, la pérdida de la producción de soja, en la Argentina, es de apenas 1,5 M de T, fruto de la seca, valor que resulta exiguo si se tiene en cuenta que aún resta sembrar 14% de la intención, o sea algo más de 2,7 M de Has. Seguramente se ha considerado, con prudencia, cierta afectación de los cultivos ya implantados (algo así como un quintal por hectárea) a la expectativa de una posible recuperación, luego de las recientes lluvias y suponiendo que todavía es factible la siembra de soja de segunda, de acuerdo a la mencionada intención. Por esa razón, prácticamente no se modifica la estimación efectuada de la producción mundial de aceite de soja.
Ahora bien, comparando la campaña 2011/12 con la anterior, para todos los aceites, se tienen los siguientes resultados: la producción crecerá al 3,9% y el consumo lo hará al 4%. Se importará un 5,2% más y los stocks totales caerán 3,3%.
Para el caso del aceite de girasol, los valores son sustantivamente mayores: producción y consumo crecerán al 13,4%, mientras que las importaciones lo harán al 38,8% y las existencias finales aumentarán 10,5%.
Este panorama, aparentemente bajista, se debe a la superproducción de grano obtenida principalmente en Rusia (79,4% de suba), pero también en Ucrania y la Unión Europea (13,1 y 16,3% de alza, respectivamente).
A nivel mundial, habrá 6,12 M de T adicionales a las de la campaña anterior, lo que representa un 18,6% de suba. 
Este guarismo considera que nuestro país ofrecerá 3,2 M de T, cuando para la Bolsa de Cereales el volumen podría alcanzar 3,5 M de T.
El Informe ratifica que, en el mercado regional donde se forman los precios (Rotterdam, puerta de entrada a la Unión Europea) se ha producido una caída de MT 1,6 en la producción de semilla de canola. Como la Unión regional no modifica su programa de biocombustibles, que emplea como principal insumo este aceite, se aumentará su demanda industrial en 245.000 toneladas. Por ello, libera para el aceite de girasol -del cual Europa es principal importador- una demanda adicional de 850.000 toneladas, para consumo alimentario.
Precios y mercados.
El año 2011 cerró con valores inferiores a los de diciembre de 2010. Considerando promedios mensuales de precios de aceites en Rotterdam, se obtienen los siguientes datos:
Nuestro aceite es el que más ha sufrido la baja de precios, no sólo porque en 2010 había escasez (sequía en el Hemisferio Norte) sino también porque este año hay abundancia. Su baja interanual es del 18,2%, superior al 12; 10,3 y 8,9% de mermas para los aceites de palma, canola y soja, respectivamente.
El aceite de girasol tenía primas del 21,6; 10 y 4,2% sobre los de palma, soja y canola, respectivamente, en diciembre de 2010. 
En el mismo mes de 2011, obviamente mantenía una prima de 13% sobre palma, pero sufría descuentos (relativamente bajos, dado el aumento de producción) de 5 y 1,2%, con respecto a los de canola y soja.
Al 12 de enero, el aceite de girasol cotiza a U$S/tn 1215 (Rotterdam-enero) y 1180 (abril-junio). No hay posición enero para el aceite de canola pero, en la comparación para febrero-marzo, el de girasol sufre un descuento del 3,4%. 
Con respecto al de soja, tiene una leve prima de 0,4% en diciembre y un descuento del 1,4% en abril que, seguramente, se irá reduciendo en la medida en que se ajuste a la baja la producción mundial de soja.
El MINAGRI estima valores FOB de U$S/tn 1060 y 1120 para los aceites de girasol y soja, respectivamente, con caídas interanuales del 22,1 y el 11,5%.
El disponible de girasol grano es de $/tn 1180, en los puertos del Paraná y de 1080 en Bahía Blanca. Las fábricas de Junín y Cañuelas pagan $/tn 1180, más flete según zona, mientras se estiman forwards para marzo de U$S/tn 285.
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Arturo Navarro
SEQUÍA Y FALTA DE POLÍTICAS ANTICÍCLICAS.
Es lamentable que la Argentina no tenga una política anticíclica... 
Para atenuar los riesgos climáticos y comerciales como los que genera la actual sequía. 
La idea central de esta iniciativa, que no practicamos, es que los productores tengan una cobertura integral por diferentes riesgos agropecuarios como tienen los países que planifican y diagraman pensando en el largo plazo, España, por ejemplo que estableció dicha políticas de estado en el Pacto de la Moncloa el años 1978. 
No le sirve al productor tener un Estado y una dirigencia que sigue actuando como bombero ante cada evento climático.
Estos fondos se construyen en momentos de excedentes con ingresos extraordinarios, como fue la suba de la soja, o por medio de un mecanismo permanente para poder general una reserva específica que dispare en forma inmediata y automática los beneficio al productor afectado sin participación alguna de los funcionarios de turno.
Hasta ahora, la argentina política ha manejado su relación con el campo bajo un doble supuesto. 
(a) 
Si los riesgos se transforman en siniestros son exclusivamente a cargo de los productores, incluso al costo de su propia quiebra, (b) 
Si el éxito acompaña la gestión de esos productores el Estado participa de las ganancias, no sólo a través de impuestos, sino mediante retenciones exorbitantes. 
Para que todos lo entiendan: 
“si hay perdidas no te conozco, si hay ganancias somos socios”.
Una política que proteja a la agroindustria, la más importante y eficiente de las industrias argentinas, debería diseñarse a través de tres instrumentos principales:
Ley de Emergencia agropecuaria vinculada a los dos instrumentos siguientes.
*Política de seguros agropecuariosque incentive su mayor uso cambiando la vocación aseguradora del productor.
*Fondo Permanente e inviolable por ley para poder atender todos los sucesos no previsibles.
*La ley de emergencia no es antagónica al seguro agropecuario, ni lo puede reemplazar. 
*Tampoco estos dos instrumentos pueden cubrir las consecuencias por desastres naturales, responsabilidad indelegable del Estado.
Un país que siembra mas 32 millones de hectáreas y produce más de 100 millones de toneladas de granos manifiesta las siguientes contradicciones:
(a) 
Los bancos oficiales sigan dando créditos sin seguro,
(b) 
Se siga vendiendo insumos sin asegurar su cobranza con dicho instrumento...  
(c) 
Muchos productores invierten sin tomar previsión alguna considerando que es una explotación a cielo abierto. 
Después, todos reclaman en tiempo de sequía sobre fondos de la ley de emergencia agropecuaria, que no alcanzan si se pretende atender las inversiones asegurables en todas las zonas país.
Los países que implementaron este tipo de políticas concluyeron que era más barato para el Estado la ejecución de un sistema mixto. 
Dicho sistema -público y privado- actúa con éxito como responsable de atender en forma directa los efectos de los riesgos climáticos.
Todos los países desarrollados aplican este tipo de políticas activas. Las mismas potencian los intereses del conjunto al conseguirse más altos niveles de producción y exportación; a la vez que aumentan los recursos del Estado para que éste pueda atender en tiempo y forma problemas de índole social. 
No es casual que esta política para cubrir los riesgos climáticos esté reconocida por la Organización Mundial de Comercio (OMC): con subsidios de hasta el 50% a la prima en los seguros individuales y de hasta el 80% en el seguro colectivo a pequeños productores.
En el último ciclo, mientras el Estado argentino estuvo casi ausente, la acción privada permitió cubrir un 55% del área sembrada.Pero debemos aceptar que con una política de Estado que institucionalice el sistema en un trabajo sinérgico - público y privado – se podría pasar del actual 55% del área sembrada asegurada al 70%, llegando a muchas zonas ausente de cobertura y a muchos pequeños productores, que culturalmente no le dan importancia a este instrumento, y bajando con estas acción el costo de la prima del seguro y haciendo más solidario el sistema.
Esta no es una propuesta para que el Estado sacrifique recursos fiscales. 
Todo lo contrario: darle previsibilidad al productor implica, finalmente, mayores recursos para ese mismo Estado.Arturo Navarro