La tecnología, cada vez más cerca.
Vivimos en la sociedad de la información, y el trigo no ha quedado exento de sus beneficios. A lo largo del congreso organizado por la Federación de Acopiadores, los especialistas Fernando Menéndez, Carlos Di Bella y Ricardo Martínez Peck analizaron las posibilidades que brindan el manejo por ambientes, la utilización de sensores remotos y las novedades en maquinaria agrícola.
Las últimas innovaciones tecnológicas
estuvieron presentes en:
A Todo Trigo 2011, el congreso organizado por la Federación de Acopiadores de Cereales que se realiza el 5 y 6 de mayo en el hotel Sheraton de Mar del Plata y por el que pasaron ya 1500 personas en su primera jornada.
Ellas se suman a otras 550 personas que desde 8 países siguieron el congreso durante todo el día a través del portal agrositio.com
El manejo de la heterogeneidad ambiental se impone como la práctica más recomendada a la hora de optimizar los recursos. Fernando Menéndez, de AACREA, fue el encargado de plantear conceptualmente los fundamentos para la agricultura por ambientes. “Hay una variabilidad de recursos en los ambientes que se pueden identificar y predecir de manera de mejorar no solo los rendimientos sino también el retorno económico”, dijo.
Carlos Di Bella, investigador del INTA Castelar, CONICET y la Facultad de Agronomía de la UBA, se refirió a la utilización de sensores remotos.
El especialista explicó cómo funcionan y, en el caso del trigo, explicó que detectan la clorofila, que permite ver si las hojas están sanas o no; “también la temperatura del cultivo, que es uno de los índices de la sanidad de la planta”, expresó Di Bella.
Si bien esta tecnología permite además tomar noción remota del estrés hídrico de los cultivos, de la presencia de enfermedades o insectos y los niveles de nitrógeno, sus datos pueden presentar complicaciones, ya que también captura información del suelo desnudo, lo que puede generar interpretaciones incorrectas.
El especialista sostuvo que “estas herramientas permiten zonificar, dividir bien lo ambientes: en definitiva, si son altos o bajos no nos importa tanto como su rendimiento, y esa información surge de estos sensores.
Estos sistemas permiten ver la heterogeneidad ambiental”.
La maquinaria avanza.
El licenciado en mecanización agrícola de la UADE y consultor privado Ricardo Martínez Peck abordó los aportes de las nuevas tecnologías digitales aplicadas a maquinarias para la identificación y el manejo de la heterogeneidad ambiental. Sin embargo, y aunque enfatizó en la presencia de dichas tecnologías, a lo largo de su exposición dejó en claro que su aplicación aún presenta dificultades culturales y tecnológicas para alcanzar resultados óptimos.
Los mapeadores de cosecha, por ejemplo, sirven como herramienta de diagnóstico y pueden generar información muy valiosa, como la velocidad de las máquinas, el flujo de cultivos, problemas de manejo o si la máquina tiró material por cola. Sin embargo, utilizan como soporte de memoria tarjetas compact flash de no más de 1 Giga, que ya son obsoletas y no se consiguen, y la información puede generar complicaciones con los colaboradores que trabajan con las máquinas, que ven evidenciados los modos en que se adaptan a las distintas situaciones que encuentran en el transcurso de la tarea.
“También existen mapeadores de proteína, que pueden generar información muy importante si funcionan en complementariedad con sensores remotos, por ejemplo. Sin embargo, todo el análisis de información lleva muchos tiempo y recursos humanos, de modo que no se trata sólo de recopilar información”, indicó Martínez Peck.
Respecto de las siembras variables, consideró que es posible aplicarlas, “aunque no me parece que tenga sentido hacer variable de una mala siembra. Por otra parte, me parece importante destacar que el campo reúne todos los elementos agresivos para propiciar la falla de la electrónica. Además, aún estamos lejos de lograr un flujo de información en tiempo real, ya que estamos muy condicionados a la falta de conectividad que tenemos en el interior. ”
Como conclusión, indicó que las últimas tecnologías están disponibles, y que es posible hacer siembra variable a voluntad, aunque “su incorporación debe ser justificada, realizarse en forma gradual y en el contexto adecuado”.
“También existen mapeadores de proteína, que pueden generar información muy importante si funcionan en complementariedad con sensores remotos, por ejemplo. Sin embargo, todo el análisis de información lleva muchos tiempo y recursos humanos, de modo que no se trata sólo de recopilar información”, indicó Martínez Peck.
Respecto de las siembras variables, consideró que es posible aplicarlas, “aunque no me parece que tenga sentido hacer variable de una mala siembra. Por otra parte, me parece importante destacar que el campo reúne todos los elementos agresivos para propiciar la falla de la electrónica. Además, aún estamos lejos de lograr un flujo de información en tiempo real, ya que estamos muy condicionados a la falta de conectividad que tenemos en el interior. ”
Como conclusión, indicó que las últimas tecnologías están disponibles, y que es posible hacer siembra variable a voluntad, aunque “su incorporación debe ser justificada, realizarse en forma gradual y en el contexto adecuado”.