Se mueren Brad Pitt, Antonio Banderas y Carlos Tevez, llegan a las puertas del cielo y San Pedro les dice: - En el cielo tenemos solo una norma, que la respetamos a rajatabla: ’No se debe pisar a las palomas’. Entran en el cielo y, ¡¡ sorpresa !!, está lleno de palomas por todas partes!!!. Es casi imposible moverse sin pisar ninguna, y aunque intentan evitarlas, a los pocos días Brad pisa a una por accidente. Inmediatamente se presenta San Pedro con la mujer más fea que te podes imaginar, y la encadena con unas esposas al pobre chico: ’Por haber pisado a una paloma, estás condenado a pasar el resto de la eternidad encadenado a esta mujer horrible’. A la semana siguiente, Antonio Banderas pisa sin querer a otra paloma. San Pedro, que está atento a todo, aparece velozmente con otra mujer terriblemente fea y los esposa juntos para siempre. Tevez, viendo la seriedad y gravedad del asunto, pone todo el cuidado del mundo y consigue que los meses vayan transcurriendo sin haber pisado a ninguna paloma. Sin embargo, y a pesar que nunca pisó a ninguna paloma, un día se le presenta San Pedro con un bombón espectacular digno de las páginas centrales de Playboy... Era una rubia impresionante, alta, tostada por el sol y con unas curvas que no te cuento, hermosísima. Sin decir una palabra, los encadena juntos y se larga. Tevez quedó alucinado, y reflexiona en voz alta: - Me pregunto que habré hecho para que me encadenen con vos - Yo no sé vos, - dice la chica - pero yo acabo de pisar una paloma de mierda... |
Un mexicano está tranquilamente tomando su desayuno, cuando un típico estadounidense, mascando chicle, se sienta a su lado. El mexicano ignora al yanqui, y el americano no muy contento con eso, trata de hacerle conversación preguntando: "’Excuse me’, ¿ustedes se comen todo el pan?" "Por supuesto", contesta el mexicano. "Nosotros no, sólo comemos la migaja de adentro del pan y la parte de afuera la ponemos en un ’container’, la reciclamos, la transformamos en harina y la exportamos a México". El mexicano escucha en silencio, imperturbable. El americano sigue mascando chicle e insiste: ¿Ustedes se comen la mermelada con el pan?" "Por supuesto", contesta el mexicano. "Nosotros no. Nosotros en el desayuno comemos fruta fresca, la cáscara y las semillas, las ponemos en otro ’container’, las reciclamos, la transformamos en mermelada y la exportamos a México". El mexicano, ya un poco alterado, le pregunta: "Y ustedes, ¿qué hacen con los condones después de usarlos?" "Los tiramos a la basura, ’of course’". "Nosotros no, después de usarlos los ponemos en un contenedor. Los reciclamos; los transformamos en chicles y los exportamos a los Estados Unidos". |
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