En carnes . . .
Argentina va a contramano.
Cuando en el mundo se incrementa fuertemente la demanda, Argentina destina el 90% de su producción al mercado interno. Roberto Vázquez Platero e Ignacio Iriarte disertaron sobre las oportunidades que Argentina deja pasar en un contexto de buenos precios.
El tercer módulo de Agrotendencias 2011, que se lleva a cabo en la Universidad Católica Argentina con la organización de la Federación de Acopiadores, estuvo dedicado a analizar el porvenir del mercado internacional de la carne.
El primer disertante fue el consultor privado y ex diputado uruguayo Roberto Vázquez Platero, quien expuso sus previsiones para el futuro el mercado cárnico y analizó los principales desafíos de la ganadería en el Mercosur.
En su opinión, un análisis de la situación alimenticia no puede dejar de considerar la fuerte interrelación entre granos, oleaginosas y carnes, porque la mayoría de las carnes se producen con granos o derivados de oleaginosas, compiten por los recursos escasos de tierra y agua, y existe un cierto grado de sustitución en el consumo humano.
Vázquez Platero expresó que “la tendencia alcista de precios está asociada al crecimiento económico de países emergentes y el impacto sobre los patrones de consumo”. En la misma línea, indicó que cuando hay un desarrollo en la población el mundo no incorpora granos a su dieta, sino lácteos, carnes y frutas.
Desde su punto de vista, el alza de los precios también fue originada por un incremento en la producción de los biocombustibles, del precio del petróleo, la depreciación del dólar, la reducción de oferta por factores climáticos, stocks muy bajos en términos históricos de cereales y oleaginosas, especulación financiera, y la aparición del proteccionismo en las políticas comerciales de diversos países centrales.
Como consecuencia, el analista prevé una década de alta demanda, aumento de comercio y precios altos en las tres carnes, con muchos importadores y una oferta que no alcanza a satisfacerla. “Entre los importadores más fuertes del futuro se encuentran Estados Unidos, Japón, México, Corea del Sur, Canadá, y a ellos hoy Argentina no tiene acceso”, indicó. En la misma línea, sostuvo que la faena brasileña está estancada y que la competencia con la frontera agrícola ha frenado el desarrollo de su ganadería. “En Uruguay sucede lo mismo, y Estados Unidos hoy no sabe para dónde ir, porque el alza de los precios de los granos cambió radicalmente la estructura comercial del feedlot”.
Para concluir, Vázquez Platero sugirió que a la ganadería argentina habría que dejarla libre de intervenciones, para que el mercado modele la nueva estructura productiva, y consideró que existen notorias oportunidades de creación de más valor en la cadena cárnica a partir de la diferenciación de productos.
La carne, ¿en extinción? A continuación fue el turno de Ignacio Iriarte, director de la revista Informe Ganadero, quien observó que la crisis que asola al mercado internacional aún no afectó a nuestro país. “Cae el precio de la hacienda en Brasil por la devaluación; cae en Uruguay porque están más expuestos al mercado internacional, y en Argentina sucede lo contrario: sube el precio, porque el 90% va al mercado interno”, añadió.
El especialista consideró que la cantidad de carne a nivel mundial está tocando un límite, y que los excedentes que se están comercializando se están agotando. La resultante fue que se triplicaron los precios, como producto de un quiebre entre la relación entre la demanda y el disponible para la venta, y acotó que “en Sudamérica, por ejemplo, una de las características de la época es que no hay carne de exportación. En Brasil y Uruguay, por el incremento del consumo interno, y en Argentina, porque tras infligirse numerosos daños quedó afuera del comercio internacional. El bloque que creíamos que iba a apagar el incendio a nivel internacional es el que se está comiendo la carne internamente”, sostuvo.
Según Iriarte, a la ganadería a nivel mundial le soltaron la mano. “Consume demasiados recursos: agua, granos tierra…
En Europa ya decidieron que no van a poner un peso para su desarrollo, y la FAO prevé que para el año 2050, sea tan cara como el caviar. La carne vacuna es un dinosaurio que se sigue criando pero en algún momento va a desaparecer”, agregó. En el mismo sentido, agregó que el pollo es por primera vez, en Argentina, una amenaza en serio para la producción bovina.
Sin embargo, sostuvo que si Argentina se decidiera a ocupar los mercados internacionales, cuenta con una ventaja considerable: la imagen de ser la mejor carne del mundo. En la medida que no se continúe desarrollando el feedlot –lo que la igualaría a la estadounidense- podría insertarse con importantes ventajas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario