domingo, 8 de mayo de 2011

A Todo Trigo.

“Suponemos que habrá una liberación de 1,5 millón de toneladas prontamente”
Así lo afirmó el subsecretario de Agricultura, 
Oscar Solís, quien además volvió a negar, que 
se cree una Junta Nacional de Granos en referencia a 
cuál será el rol del Estado en caso de que el oficialismo 
gane los próximos comicios. 
Fue uno de los integrantes de la mesa de 
A Todo Trigo 2011. que reunió a los referentes de 
los partidos políticos para discutir estrategias 
agroindustriales de cara al futuro.

 En el salón del piso 12 del Sheraton Mar del Plata se llevó a 
cabo la charla “Políticas Agroindustriales: la opinión de referentes políticos, en un año electoral, sobre los lineamientos básicos de la política agroindustrial”. 
La mesa reunió a referentes de los distintos partidos políticos para debatir cuáles son las estrategias que debe llevar a cabo la Argentina en materia de políticas públicas. La máxima atracción fueron las declaraciones del representante del oficialismo, Oscar Solís, subsecretario de Agricultura de la Nación.
        El representante del gobierno habló de los temas más preocupantes para los trigueros. Por un lado, ratificó el apoyo nacional a los molinos: “estamos tratando de ir hacia mayores certidumbres en materias comerciales, pero protegiendo a la industria molinera”. Luego, alejó el fantasma que viene dando vueltas en el sector desde hace unos meses: “desde el ministerio, estamos en contra de cualquier tipo de esquema como una Junta Nacional de Granos; es un rumor más para la anécdota política que para la realidad”.

        Sobre el acuerdo de septiembre de 2009 que tanto ha repercutido en los desbarajustes comerciales de la cadena, sostuvo: “lamentablemente, ese acuerdo se hizo sin la presencia de los productores; al no haber representante, se dio lugar a que no estuvieran satisfechos”.

        Solís adelantó que, dadas las compras que ya están realizadas entre la molinería y la industria exportadora y otros (que engloban una compra total de de 10 millones de toneladas), “suponemos que habrá una liberación de 1,5 millón de toneladas prontamente”.
Las críticas.
        Previo a la exposición de Solís, el moderador de la mesa, Raúl Tomás, vicepresidente primero de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, afirmó que, en el primer A Todo Trigo de 2004 “decíamos que el agricultor argentino era un acróbata sin red. Dos años después decíamos que estaba sin red y alguien le había apagado la luz del escenario”. Y agregó: “los productores están a punto de iniciar su campaña con un gobierno y unas reglas; en la cosecha va a tener otro gobierno, que puede ser del mismo signo, pero va a ser distinto. Nuestro interés es saber qué podemos esperar para ese momento. Si podemos saberlo antes de sembrar, mucho mejor”.
A su turno, Rafael Delpech, del Peronismo Federal, sostuvo que las políticas públicas del futuro tienen que “generar un discurso que reubique al sector agroindustrial en el sistema productivo, por su importancia, y sus responsabilidades”.
        Juan Casañas, presidente de la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados, se distanció de la posición del funcionario nacional y afirmó que “Argentina no necesita cupos. 
Deben quedar más de 6 millones de toneladas sin poder vender. 
Si tuviéramos apoyo real, podríamos estar produciendo 20 millones de toneladas”.
        “Tenemos que trabajar mucho en la capacitación del pequeño y mediano productor y hacer foco en la educación rural”, dijo, pensando hacia delante.
        El representante de la Coalición Cívica, Juan Carlos Morán, afirmó estar convencido de que “va a haber una segunda vuelta en Argentina. 
Hay chances de que haya alternancia en el poder”. 
Y presentó los cincos puntos principales de un plan estratégico socio-económico en caso de que lleguen al gobierno: políticas de inclusión social y sanidad, educación para la ciudadanía y la modernidad, un plan de desarrollo económico estratégico de aquí a 20 años, un plan de seguridad y un fuerte desarrollo del federalismo.
        Finalmente, Christian Gribaudo, del PRO se preguntó si los argentinos han desarrollado un sentimiento de país agroindustrial. 
Y apuntó que, para él, ese es el gran desafío de los próximos años, dotar al sector de la importancia cívica que tiene. “Creo que hay un modelo que ha terminado.
 Hay una deuda con el crecimiento: la deuda social. 
Acumularon vía retenciones y eso no derramó. 
Seguimos viendo marginalidad, la salud pública destruida, la educación destruida. 
Ese nuevo modelo necesario va a ser posible con una gran actividad del congreso. 
Vamos a necesitar trabajar en la eliminación de las retenciones y aumentar la recaudación con otros impuestos como puede ser Ganancias”, finalizó.

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