domingo, 31 de julio de 2011

La ganadería necesita más . . . Inversiones .

La Nación. 
                                                                                                     Sábado 30 de julio de 2011


La ganadería necesita más inversiones.
El mercado interno argentino está convalidando precios inéditos. "Quienes conocemos este negocio, jamás hubiéramos soñado en vender el ternero y el novillo a los actuales valores en dólares", señaló el pampeano Dardo Chiesa, quien en marzo de este año concluyó su mandato como presidente del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) y pasó a ser la cara visible de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) en el Consejo de Representantes de ese organismo.

Chiesa fue invitado a disertar en la segunda jornada a campo del programa "La ganadería argentina hoy", organizada por el Instituto, con la participación del CREA Pehuenche, el INTA Rama Caída y el INTA San Luis. El encuentro tuvo lugar en un campo cercano a la localidad mendocina de General Alvear.

"Pese a los altos precios, todavía faltan inversiones genuinas en el sector. 

Existe una gran desconfianza. 
Muchos me preguntan cuánto tiempo durará esta tendencia, porque las políticas agropecuarias que provocaron las mermas de producción y de stock siguen vigentes", dijo Chiesa.

Entre las políticas a las que aludió, figuran la intervención del mercado interno a través de la imposición de cortes populares y la restricción de las exportaciones. "El faltante hoy es tan fuerte que estas medidas tienen poco impacto. Sin embargo, no hay que olvidar que siguen vigentes. Y si la situación sigue así, el impacto negativo se hará sentir tarde o temprano", manifestó Chiesa.

"Los altos precios desincentivan las exportaciones", señaló. De acuerdo al ruralista, el mercado local compite en valores con los destinos extranjeros, por lo cual, para muchos empresarios, no vale la pena asumir la complejidad que implica un proceso de embarque. En 2010, las ventas al exterior de carne vacuna cayeron el 54,3% en relación con el año anterior. Esto impide el aprovechamiento de las distintas oportunidades que, según el disertante, ofrece el mercado mundial.

"La demanda global mantendrá su tendencia estructural creciente", afirmó Chiesa. Atribuyó este fenómeno, en parte, a que todos los años nacen en China 40 millones de personas, mientras que más de 100 millones de habitantes abandonan el campo para vivir en zonas urbanas.

Más allá de eso, mencionó otros factores que incidirán positivamente sobre los precios. En primer lugar, la Unión Europea (UE) está desactivando su producción. "La ganadería necesita mucho espacio. Los países que no lo tienen subsidiaron a la producción durante décadas, pero hoy ya no pueden seguir haciéndolo", apuntó.

Rusia, por su parte, se verá obligada a importar cada vez más carne. Los bovinos necesitan climas templados o calefacción, lo que hace poco sustentable la producción en países como Rusia, que tiene temperaturas invernales de 20 ºC bajo cero o menores.

Seis años atrás, el gobierno ruso adoptó la decisión estratégica de destinar la calefacción en forma prioritaria a la población, dejando de lado al ganado. Desde entonces, el país perdió 36 millones de cabezas. "El rodeo ruso tiende a desaparecer, y Rusia comprará cada vez más carne", expresó Chiesa. Sin embargo, la Argentina no está capitalizando las oportunidades del mercado ruso, que representa el 11% de nuestras ventas externas en valor y el 19% en volumen, cuando supo alcanzar el 20% y el 62%, respectivamente. ¿Qué provocó esa caída? "El hecho de que en la Argentina no haya vacas de manufactura", sintetizó el orador.

Decididamente, el mayor potencial productivo ganadero está en el Mercosur. Mientras Brasil aprovecha las oportunidades latentes, Uruguay ya llegó a su tope y hoy está inmerso en un proceso de agriculturización, de la mano de numerosos argentinos que se instalaron allí, lo cual resta hectáreas a la producción ganadera, que se mantendrá estable o tenderá a decrecer. Paraguay, por su parte, atraviesa un proceso similar.

Por otra parte, desde 2005 se viene produciendo un incremento sostenido de los precios internacionales. En 2008, los valores de todos los bienes transables se dispararon, en el marco de una burbuja que terminó en la crisis financiera. Y si bien en el segundo semestre de ese año comenzaron a descender, a partir de 2009 se estabilizaron y hoy están volviendo a subir. "La carne es un alimento suntuario, con lo cual los bolsillos de sus consumidores fueron los menos golpeados por la crisis", señaló Chiesa.

"En los últimos cuatro años, el stock vacuno local cayó en casi 12 millones de cabezas, cifra que supera al stock del Uruguay", señaló Chiesa. "Los más optimistas señalan que recomponer esta situación llevará al menos dos o tres años, pero la realidad es que hará falta mucho más tiempo. En el 2005, con 55 millones de cabezas y una exportación de 770.000 toneladas, nuestro stock crecía en 1,2 millones de cabezas por año. Hoy, no sólo perdimos 12 millones de cabezas, sino que el 70% del faltante está constituido por vacas, lo que implica un daño estructural. No podremos crecer al ritmo de 2005, y aun cuando lo hiciéramos, necesitaríamos 10 años para revertir esta situación", concluyó Chiesa.

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