Del 14 al 18 de septiembre, en La Rural
Habrá alfajores de madera en . . .
Caminos y Sabores.
Si alguien dijera que comió un bombón o un alfajor de madera, no le creerían, en el mejor de los casos.
Pero sería cierto.
Mucha gente ya probó las únicas confituras del mundo hechas con madera.
Y son argentinas, son misioneras.
Al ser productos de una empresa familiar que decidió trabajar con aquello que genera su tierra y valorizar su ambiente, darse a conocer no es una tarea sencilla.
Por eso, Yacaratiá Delicatessen decidió participar en Caminos y Sabores allá por 2009. “Buscábamos que el producto se hiciera conocido fuera de Misiones”, explica Vanina Pascutti, hija de Roberto Pascutti, investigador y creador de la idea.
Como ellos, la feria congrega todos los años experiencias culinarias, pequeños emprendimientos familiares y artesanías que tienen como objetivo la puesta en valor de sus procesos de producción únicos y sus lugares de orígenes.
Este año, del 14 al 18 de septiembre, no será la excepción.
El caso .
El caso .
En el medio de la provincia de Misiones, en el municipio de Eldorado, sobre la ruta 12, está la sede central de Yacaratiá Delicatessen, un emprendimiento familiar que nació a mediados de los ´90 y que hoy vende dulces surgidos de un árbol que se encuentra en los parques y plazas de muchos misioneros. Su historia se remonta a dos virtudes: la visión del ingeniero Roberto Pascutti y los usos y costumbres de los antepasados aborígenes, quienes utilizaban trozos de la madera para saciar la sed y nutrirse de minerales, vitaminas y proteínas.
Resulta que Pascutti, docente universitario y trabajador durante varios años de empresas forestales, cayó en la cuenta de que había una especie que las compañías descartaban porque no les aportaba celulosa para la producción de papel.
Resulta que Pascutti, docente universitario y trabajador durante varios años de empresas forestales, cayó en la cuenta de que había una especie que las compañías descartaban porque no les aportaba celulosa para la producción de papel.
“El árbol crece protegido por otros más grandes, como los pinares.
Mi papá, que se dedicaba a la investigación, vio que había una especie que era descartada en la tala”, cuenta Vanina, una de las hijas de Pascutti (fallecido en 2007), que junto a su hermana y su madre son las responsables de continuar con el proyecto familiar. “En época de raleo, íbamos a cortar el árbol antes de que lo hiciera la empresa y a hacer estudios.
Había que hacerlos inmediatamente porque, a las tres horas de talado, empieza a pudrirse por la cantidad de agua que tiene”, relata sobre los primeros tiempos del emprendimiento.
En 1996, el ingeniero Pascutti patentó la investigación en el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI). “Nos llevó varios años lograr el permiso para comercializar los productos porque la madera no estaba dentro de la categoría de alimento”, explica Vanina. Ella estudió Derecho y un año antes de la muerte del padre decidió meterse de lleno en el emprendimiento. Hoy se siente llena da orgullo. “Lo que hicimos fue reutilizar un árbol que se tiraba como desperdicio; el recurso es ecológicamente sostenible. Es un árbol que crece rápido. Muchos misioneros los tienen en sus parques o mismo en las plazas”, detalla.
“Somos la única empresa así en el mundo. El árbol crece en esta zona. Tiene un 10% de celulosa que lo pierde en la cocción y lo hace comestible. Es el único que permite, a través de un proceso de tres días, comerlo. Necesita de este clima”, cuenta Vanina.
La especie conocida como Yacaratiá crece en el interior de la selva paranaense, bajo custodia de especies de mayor tamaño que lo protegen de las heladas. Suele llegar a tener unos 15 metros de altura, y a diferencia de otros, está formado por una mayoría de células que actúan como minúsculos depósitos de agua y nutrientes. El leño es fraccionado en cortes especiales y luego transformado con diversos procedimientos (extracción, hidrólisis, gelificación, etc.), para poder eliminar sustancias que afectan al sabor y reducir la sensación de rigidez.
En 1996, el ingeniero Pascutti patentó la investigación en el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI). “Nos llevó varios años lograr el permiso para comercializar los productos porque la madera no estaba dentro de la categoría de alimento”, explica Vanina. Ella estudió Derecho y un año antes de la muerte del padre decidió meterse de lleno en el emprendimiento. Hoy se siente llena da orgullo. “Lo que hicimos fue reutilizar un árbol que se tiraba como desperdicio; el recurso es ecológicamente sostenible. Es un árbol que crece rápido. Muchos misioneros los tienen en sus parques o mismo en las plazas”, detalla.
“Somos la única empresa así en el mundo. El árbol crece en esta zona. Tiene un 10% de celulosa que lo pierde en la cocción y lo hace comestible. Es el único que permite, a través de un proceso de tres días, comerlo. Necesita de este clima”, cuenta Vanina.
La especie conocida como Yacaratiá crece en el interior de la selva paranaense, bajo custodia de especies de mayor tamaño que lo protegen de las heladas. Suele llegar a tener unos 15 metros de altura, y a diferencia de otros, está formado por una mayoría de células que actúan como minúsculos depósitos de agua y nutrientes. El leño es fraccionado en cortes especiales y luego transformado con diversos procedimientos (extracción, hidrólisis, gelificación, etc.), para poder eliminar sustancias que afectan al sabor y reducir la sensación de rigidez.
Después se incorporan sustancias gelatinizantes, colorantes y saborizantes naturales.
Caminos de experiencia
Sobre la decisión de participar en Caminos y Sabores y las repercusiones posteriores no escatimó nada:
Caminos de experiencia
Sobre la decisión de participar en Caminos y Sabores y las repercusiones posteriores no escatimó nada:
“La recepción fue espectacular.
La gente no cree lo que era el producto y la prensa nos bombardea cada vez que aparecemos.
Radios, diarios, programas de TV no paran de hacernos entrevistas.
El primer año nos superó. El segundo pensamos que iba a ser menor, pero fue igual”, se ríe.
Cuenta que en las dos ediciones anteriores pasaron un video institucional, dieron charlas y, sobre todo, ofrecieron degustaciones.
Cuenta que en las dos ediciones anteriores pasaron un video institucional, dieron charlas y, sobre todo, ofrecieron degustaciones.
“Nos pasó que hubo gente que vino el jueves, nos probó y vino el sábado de nuevo a comprar únicamente nuestro producto”, relata con asombro.
De todas maneras, afirma que su idea es “continuar siendo delicatesen y no hacer un producto de consumo masivo; son alimentos para conservar y para tener”.
Este año la novedad va a ser los alfajores de madera.
Este año la novedad va a ser los alfajores de madera.
Si bien las investigaciones ya venían mostrando pruebas, la idea se terminó de concebir y en esta ocasión se presentará un producto definitivo.
También llevarán sus tablas con sacarosa y glucosa, pero de un tamaño más grande. “Tampoco faltará la miel, la mermelada que se hace con el aserrín de la madera y está mezclada con la rosella de Misiones, ni siquiera los bombones”, enumera Vanina.
“Si te tengo que describir a qué saben, no sé.
“Si te tengo que describir a qué saben, no sé.
La gente ha dicho cosas que van desde el sabor a escarbadientes al del membrillo. Todos le han encontrado un sabor distinto.
Lo que puedo asegurar es que son dulces y ricos”, comenta.
Para más información sobre la feria: www.caminosysabores.com.ar
Para más información sobre la feria: www.caminosysabores.com.ar
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